Brasil: ¿el país más arrogante?
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Los brasileños escogerán el próximo 3 de octubre al sucesor de Luiz Inácio Lula da Silva. Durante su período, Brasil se ha confirmado como jugador en las grandes ligas en el concierto de naciones. Con una serie de artículos, BBC Mundo explora cómo se ve el gigante latinoamericano desde afuera.
El futbolista Neymar. ¿Símbolo de arrogancia?
¿Cuál es el país más arrogante de América Latina?
Es muy probable que un sondeo informal entre latinoamericanos deje a Argentina como la más mencionada.
Estereotipo o no los argentinos suelen vivir con una reputación que puede ser considerada hasta simplista e incluso una generalización (injusta) que suele basarse en experiencias de camino o anécdotas.
Pero una visita a Brasil -antes de las venideras elecciones presidenciales- hizo dudar a este cronista si el estereotipo está en el país adecuado.
"Es que este es el mejor país del mundo", me dijo sin titubeos un brasileño con quien coincidí en un autobús entre Petrópolis y Río de Janeiro a principios de este año.
En tres semanas en Brasil, con bastante frecuencia, en conversaciones cotidianas, la gente me explicaba que en su país había "lo más grande" de esto, o "lo mejor" de aquello.
"Es que somos tan grandes como un continente", me dijo un trabajador social en la ciudad de Marabá, en el noreste del país.
Me despedí con una impresión de autosuficiencia del brasileño que nunca tuve en otros países latinoamericanos, incluyendo a Argentina.
Algo que no sorprendió a mis colegas de BBC Brasil, en el piso de arriba de nuestra redacción.
¿Razones de peso?
"Es que para muchos brasileños no hay otra cosa. Lo mejor del mundo está en su país", me comentó María Luisa Alves, periodista de BBC Brasil.
"Mucha gente dice que en 'Brasil están las mejores playas' o 'el mejor clima', en fin, muchos creen que es sin duda 'el mejor país del mundo'", agregó.
Pero tampoco es que se puede ignorar la importancia de esta enorme nación en el contexto de América Latina.
Es que para muchos brasileños no hay otra cosa. Lo mejor del mundo está en su país
María Luisa Alves, periodista.
Es el quinto país más grande del mundo, la décima economía del planeta, tiene la selva tropical más grande y las mayores reservas de agua potable. Tiene tanto territorio que sus agricultores tienen varias temporadas de zafra, lo cual es inusual.
Además quizás como nunca antes, debido a una labor que ha consolidado el saliente presidente Luiz Inacio Lula da Silva, Brasil tiene actualmente una importancia geopolítica junto a India, China y Rusia, como los llamados futuros superpoderes.
Elementos que quizás le dan al brasileño una arrogancia natural, como sin querer, similar a la del estadounidense que se sabe ciudadano de la primera potencia del mundo.
"Sí puede haber cierta arrogancia por parte de una élite en Brasil, que hace culto a valores extranjeros, sobre todo estadounidenses", le señaló a BBC Mundo Ronaldo Lima Lins, profesor de Letras y Cultura de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ).
"Pero la población pobre del país es diferente. El que vive en la miseria probablemente no sea arrogante", aseveró el académico.
Según Lima Lins "en Brasil hay un gran respeto para los países que tuvieron un pasado precolombino, como Perú con los incas o México con los aztecas. Además hay un gran respeto a la literatura latinoamericana y Brasil no se considera mejor".
Como una isla en América Latina
De alguna manera el aislamiento lingüístico y geográfico de Brasil puede contribuir a generar una imagen arrogante de esta sociedad.
A fin de cuentas el portugués –pese a su parecido con el castellano- es una barrera para la comunicación y las principales ciudades brasileñas están separadas por miles de kilómetros del resto de América Latina.
Es verdad que muchos brasileños no se sienten latinoamericanos porque no hablan español y el contacto con el resto de la región nunca ha sido muy estrecho
Ronaldo Lima Lins, académico.
"Es verdad que muchos brasileños no se sienten latinoamericanos porque no hablan español y el contacto con el resto de la región nunca ha sido muy estrecho", indicó el académico.
"Ahora en el plano del fútbol es otra cosa", bromea el profesor de la UFRJ.
Cuando hay algún torneo o partido con Argentina, cuenta Lima Lins, "muchos quedan irritados por la presunta arrogancia del argentino, pese a que muchos nunca han vivido allá".
Quizás algo a tomar en cuenta cuando se presume de la arrogancia del brasileño, cuando no se conoce al país. Es el riesgo de las generalizaciones.
VIsto en BBC
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Es muy probable que un sondeo informal entre latinoamericanos deje a Argentina como la más mencionada.
Estereotipo o no los argentinos suelen vivir con una reputación que puede ser considerada hasta simplista e incluso una generalización (injusta) que suele basarse en experiencias de camino o anécdotas.
Pero una visita a Brasil -antes de las venideras elecciones presidenciales- hizo dudar a este cronista si el estereotipo está en el país adecuado.
"Es que este es el mejor país del mundo", me dijo sin titubeos un brasileño con quien coincidí en un autobús entre Petrópolis y Río de Janeiro a principios de este año.
En tres semanas en Brasil, con bastante frecuencia, en conversaciones cotidianas, la gente me explicaba que en su país había "lo más grande" de esto, o "lo mejor" de aquello.
"Es que somos tan grandes como un continente", me dijo un trabajador social en la ciudad de Marabá, en el noreste del país.
Me despedí con una impresión de autosuficiencia del brasileño que nunca tuve en otros países latinoamericanos, incluyendo a Argentina.
Algo que no sorprendió a mis colegas de BBC Brasil, en el piso de arriba de nuestra redacción.
¿Razones de peso?
"Es que para muchos brasileños no hay otra cosa. Lo mejor del mundo está en su país", me comentó María Luisa Alves, periodista de BBC Brasil.
"Mucha gente dice que en 'Brasil están las mejores playas' o 'el mejor clima', en fin, muchos creen que es sin duda 'el mejor país del mundo'", agregó.
Pero tampoco es que se puede ignorar la importancia de esta enorme nación en el contexto de América Latina.
Es que para muchos brasileños no hay otra cosa. Lo mejor del mundo está en su país
María Luisa Alves, periodista.
Es el quinto país más grande del mundo, la décima economía del planeta, tiene la selva tropical más grande y las mayores reservas de agua potable. Tiene tanto territorio que sus agricultores tienen varias temporadas de zafra, lo cual es inusual.
Además quizás como nunca antes, debido a una labor que ha consolidado el saliente presidente Luiz Inacio Lula da Silva, Brasil tiene actualmente una importancia geopolítica junto a India, China y Rusia, como los llamados futuros superpoderes.
Elementos que quizás le dan al brasileño una arrogancia natural, como sin querer, similar a la del estadounidense que se sabe ciudadano de la primera potencia del mundo.
"Sí puede haber cierta arrogancia por parte de una élite en Brasil, que hace culto a valores extranjeros, sobre todo estadounidenses", le señaló a BBC Mundo Ronaldo Lima Lins, profesor de Letras y Cultura de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ).
"Pero la población pobre del país es diferente. El que vive en la miseria probablemente no sea arrogante", aseveró el académico.
Según Lima Lins "en Brasil hay un gran respeto para los países que tuvieron un pasado precolombino, como Perú con los incas o México con los aztecas. Además hay un gran respeto a la literatura latinoamericana y Brasil no se considera mejor".
Como una isla en América Latina
De alguna manera el aislamiento lingüístico y geográfico de Brasil puede contribuir a generar una imagen arrogante de esta sociedad.
A fin de cuentas el portugués –pese a su parecido con el castellano- es una barrera para la comunicación y las principales ciudades brasileñas están separadas por miles de kilómetros del resto de América Latina.
Es verdad que muchos brasileños no se sienten latinoamericanos porque no hablan español y el contacto con el resto de la región nunca ha sido muy estrecho
Ronaldo Lima Lins, académico.
"Es verdad que muchos brasileños no se sienten latinoamericanos porque no hablan español y el contacto con el resto de la región nunca ha sido muy estrecho", indicó el académico.
"Ahora en el plano del fútbol es otra cosa", bromea el profesor de la UFRJ.
Cuando hay algún torneo o partido con Argentina, cuenta Lima Lins, "muchos quedan irritados por la presunta arrogancia del argentino, pese a que muchos nunca han vivido allá".
Quizás algo a tomar en cuenta cuando se presume de la arrogancia del brasileño, cuando no se conoce al país. Es el riesgo de las generalizaciones.
VIsto en BBC